Cuenta la leyenda que en tiempos lejanos en Tierra del Fuego vivían los onas. Se dedicaban a cazar guanacos, se los comían y con la piel fabricaban ropa.
El paisaje de Tierra del Fuego estaba rodeado de mar, había montañas nevadas con algunos guanacos. También se veían canoas y a las focas les quitaban la grasa para untárselas en el cuerpo, como protección.
En el pueblo había una familia ona, la mamá se llamaba Luz, el papá Guslok y sus dos hijas se
llamaban Luna y Sol.
Un día, Guslok se convirtió en una planta y sus dos hijas se pusieron a llorar. Su esposa lo llevó a un sabio brujo que le dijo que lo ponga al sol y que le de agua.
Mientras Guslok se ponía al sol y recibía el agua, sus semillas se reprodujeron y salieron más plantas que, luego dieron frutos y siempre que se acababan volvían a florecer.
Al tiempo Guslok volvió a la normalidad y la tierra quedó sembrada de flores por siempre.
Milagros, Nicole, Guillermina y Julieta
No hay comentarios:
Publicar un comentario